Un día decidí hacer un curso de Doulas en Madrid, para trabajar
mi propio proceso y si algún día soy madre, poder tener el parto que yo desee, e igualmente poder acompañar a embarazadas.
El curso de Doulas es sobre el acompañamiento a una pareja/familia durante el
embarazo el parto y el postparto.
En el primer seminario, hicimos renacimiento, y esa sesión
cambió mi vida. La hicimos en grupo, éramos muchas mujeres,y en parejas, acompañábamos unas a
otras, sin saber qué hacer pero observando. Recuerdo que nos dijeron, no hay nada que hacer, sólo estar acompañando,
pues eso hace una Doula, simplemente está ahí.
Yo respiré primero, así que me tumbé, y estuve una hora respirando.
Me dijeron, respira circular, sin pausa ni al inhalar ni al exhalar, y así
entrará energía en el cuerpo. Empecé entonces a respirar, y me parecía
imposible. Yo siempre he tenido asma, y para mí la respiración es lo más
difícil. Se acercaban a mí respirando fuerte, y yo hacía todo lo posible para
seguir ese ritmo, pero mi cabeza sólo me decía que YO no podía. De repente,
siento una rigidez en mis manos, tetania me habían dicho que se llamaba. En ese
momento sonrío y pienso, puedo sentir algo, siento la energía, que nunca en mi
vida había sentido, y que pensaba que nunca podría. Sigo respirando, pues me
habían dicho, que pasara lo que pasara, siguiera respirando. Entonces, escucho a
mi alrededor a gente gritar, llorar, reírse, moverse… y pienso, YO no soy capaz
de dejarme llevar, estoy aquí como un palo, y nunca voy a conseguir soltarme.
Me seguía costando respirar, para mí, era muy difícil que el aire entrara, y la
exhalación era aún más complicada. Hasta que de repente, ya no había que hacer
ningún esfuerzo, la respiración iba sola, YO no la controlaba. Recuerdo que yo
misma hacía una inhalación y una exhalación pequeña para probar, y me di cuenta
que no necesitaba respirar. En ese momento me vino a mi mente, ¿VES COMO
PUEDES?. Para mí fue increíble, había cambiado un no puedo en puedo.
Ese día, decidí hacer la formación, y ahora aquí estoy,
transmitiendo lo que recibí ese día.
Con el tiempo, me di cuenta de que estaba muy estresada
en el trabajo y que no me estaba respetando a mí misma. Volví a Málaga, y monté
La Savia con mi compañera Rocío.
Desde esa primera respiración consciente de renacimiento, he
hecho muchas más, sola, acompañada, en bañera, en piscina, con fuego, en la
naturaleza… y he seguido buscando que me pasara algo durante la respiración
cómo les ocurría a mis compañeras en la sala el día que respiré por primera
vez. Todas ellas y la vida misma, con
todo lo que me está poniendo en el camino, me han enseñado muchas cosas de mí,
he aprendido a darme cuenta que no necesito ser como los demás, a no exigirme, aceptarme tal como soy, darme cuenta de lo que yo tengo
para aportar al mundo... A medida que pasa el tiempo, me doy cuenta que el renacimiento es un momento de estar conmigo misma, estar presente, y no tener
una expectativa. Así mismamente es la
vida, sin expectativas, sin exigencias, viviendo el presente, disfrutando del
aquí y del ahora.
El día de mi primera respiración consciente aprendí que si
quería acompañar a alguna mamá en un proceso de embarazo, tenía primero que
acompañarme a mí misma. Ahora, como renacedora, acompaño a las personas que
vienen a renacer conmigo, y como persona, acompaño a todos los que tengo a mi
alrededor, igual que ellos me acompañan a mí. Y sobre todo, me acompaño a mí misma,
para hacerlo desde el respeto y el amor, tanto conmigo, como con todos los que
me rodean. Pues cuanto más amor tengo hacia mí misma, más tengo para dar a los
demás.
Ahora, mi respiración ha cambiado, ya no me da asma y casi
no me resfrío. El yoga, la meditación, el renacimiento y todo lo que la vida ha
ido poniendo en mi camino, me han ayudado mucho en la respiración y en la
presencia. Ahora soy consciente de que vivo como respiro, y cada vez, entra más
aire en mi cuerpo, por lo que entra más vida.
Sigo caminando, y descubriendo cosas de mí, cada día cosas
nuevas. Y agradezco a todo el que ha estado en mi camino, y a todo el que estará,
pues todos me ayudan a ir conociéndome cada día más y a ir acercándome a mi
SER.
Fdo: Emilia Jiménez, Renacedora y Doula
Fdo: Emilia Jiménez, Renacedora y Doula
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