En mi primera sesión de renacimiento reviví la primera parte de
mi nacimiento, justo hasta el momento antes de atravesar los labios de mi
madre. Me vi a mi misma fuerte, empujando emocionaísima para salir al mundo,
felicísima... Fue una experiencia tan increíblemente fortalecedora, que me
llenó de tantísima confianza en mi y en la especie humana, que quise repetir,
aún sin estar muy segura de en qué consistía esta increíble herramienta.
Entonces comencé a tener sesiones
semanales con Emi, y ahí fue que comprendí que el renacimiento no era sólo
revivir tu nacimiento, sino que trabajaba con la respiración a niveles tan
profundos, que podías llegar a desbloquear antiguos traumas de quién sabe
cuándo que generan en la actualidad adicciones y malestares varios. Y que a
parte de las sesiones de respiración, una podía apoyar su proceso interior con
otras herramientas como el guión de nacimiento, las afirmaciones o las cartas
de completación. A mi estas tres herramientas me aportaron información muy útil
para mi presente, para comprender viejos patrones de conducta o pensamiento
autodestructivos que tengo instalados en mi automático, y para transformarlos a
otros más positivos y saludables. Un ejemplo personal: tenía acoplado a mi
cerebro la sentencia de "yo no merezco amor", y a través de las
sesiones de respiración y de las afirmaciones, me vi actuando un día en defensa
de mi misma, confiando con todo el corazón en que yo merecía otra cosa de una relación,
porque yo merecía amor. Fue tan fuerte verme a mi misma creyéndomelo! tan
diferente la sensación en todo el cuerpo! como de liberación, de ligereza, de
estar en mi misma como nunca...
Las sesiones de respiración me
costaban... intentaba quedarme dormida casi siempre durante las primeras 5 ó
6... En una de ellas, volví a revivir mi nacimiento, esta vez la siguiente
parte: cuando nazco, y no está mi madre, y me cortan el cordón y no puedo
respirar, y estoy sola y tengo frío.. Entonces comprendí muchas cosas con las
que evitaba conectar en mi vida actual... Y también comprendí la importancia de
cuidar el modo en que nacemos y parimos, y que haya mucho amor en ese momento
tan importante para el resto de la vida.
Seguí con las sesiones, y un día
ya no caía en la anestesia,
ya no me quedaba dormida, o no tanto. A veces conecté con algo que sentía muy
profundo, pero que no identificaba. Grité desde las entrañas, y sentí que
liberaba algo..
A día de hoy, sigo sin saber cómo
funciona esta respiración en el organismo, pero sé que es capaz de llegar a
capas muy profundas de la cebolla que somos. Sé que un día ya no me apetecía
fumar, y desde entonces no fumo. Y lo que para mí es aún más increíble: durante
meses no me apetecía tomar dulces (que era la adicción que nunca he podido
dejar puesto que me ayuda a no conectar con mi carencia afectiva). Nunca en mi
vida había estado tantos meses sin tomar dulces (ahora con el embarazo volví a
tomarlos, supongo que conecté con nuevas cosas).
No puedo explicar en palabras
todo lo que a mí me ha aportado el renacimiento con Emi. Lo que sé, porque lo
siento muy claro adentro, es que me supuso varios "cliks" adentro que
cambiaron mi vida, encaminándola hacia un lugar más sincero, más sano, y más
comprometido con el amor personal y con el agradecimiento a la vida.
Ojalá se ofrecieran sesiones de
renacimiento en los colegios y en los centros de salud. Sería un paso inmenso
hacia la educación y la salud de la sociedad.
Gracias Emilia, por ofrecerme tu
tiempo y tus servicios de
forma tan comprometida, y por creer como crees en el Renacimiento. A mi me
contagió tu confianza cuando mis barreras personales me alejaban de ir a alguna
sesión.
Gracias, de corazón.
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